Las ideas de los antiguos filósofos griegos concuerdan con las especulaciones de los eruditos en la época medieval, definiendo a la música como un conjunto de tonos ordenados de manera horizontal (melodías) y vertical (armonía). Este orden o estructura que deben tener un grupo de sonidos para ser llamados música está, por ejemplo, presente en las aseveraciones del filósofo Alemán Goethe cuando la comparaba con la arquitectura, definiendo a la última como "música congelada". La mayoría coincide en el aspecto de la estructura, pero algunos teóricos modernos difieren en que el resultado deba ser placentero o agradable. Para comprender el desarrollo de esta maravillosa forma de arte, exploraremos su evolución en occidente, tanto en su tradición clásica o docta como en sus formas populares.